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Estrategia o invisibilidad: la clave en la elección judicial

Las reglas del juego cambiaron. En México estamos a punto de vivir las primeras elecciones judiciales, y con ellas, una nueva forma de hacer campaña.

Estrategia o invisibilidad: la clave en la elección judicial

Por Edson Báez

Las reglas del juego cambiaron. En México estamos a punto de vivir las primeras elecciones judiciales, y con ellas, una nueva forma de hacer campaña. El 1 de junio, los ciudadanos elegirán ministros, magistrados y jueces, pero el reto para los candidatos no es solo aparecer en la boleta… sino sobresalir en medio de cientos de nombres.

Sin partidos políticos detrás, sin estructuras de movilización y sin grandes presupuestos, esta elección es un campo minado para los desprevenidos y una oportunidad para los que entiendan la estrategia. Aquí no gana el más preparado, sino el que mejor sepa conectar, comunicar y diferenciarse.

No se trata de estar, sino de destacar

El primer gran error de muchos candidatos será pensar que con poner su nombre y experiencia sobre la mesa es suficiente. No lo es.

La pregunta clave es: ¿por qué la gente votaría por ti y no por otro?

Para destacar en esta elección, hay que saber a qué espacios vale la pena ir, a qué público hablarle y qué mensaje darles. La campaña es corta, los recursos son limitados y los reflectores están repartidos entre más de 850 aspirantes. No hay margen para improvisaciones.

Si el votante promedio no conoce los nombres de los jueces actuales, ¿por qué recordará el tuyo? La estrategia correcta debe enfocarse en generar identificación, confianza y diferenciación.

El camino de la estrategia: lo que sí funciona

Las campañas judiciales deben jugar con inteligencia y precisión. No es cuestión de cantidad, sino de calidad en los mensajes y en las acciones.

1. Saber en qué cancha se juega

No todas las audiencias valen la pena. La estrategia debe empezar por responder:

¿Quiénes son los votantes que pueden inclinar la balanza?

¿Cómo se informan y qué temas les preocupan?

¿Qué valores o principios conectan con ellos?

Los candidatos deben enfocarse en los sectores que sí votan y que pueden convertirse en altavoces naturales de su mensaje.

 2. Comunicación clara, no discursos técnicos

Nadie quiere escuchar términos jurídicos complejos en campaña. La gente vota por lo que entiende y siente cercano. Es necesario traducir la justicia en historias reales y conectar con el ciudadano promedio.

3. Construir una narrativa con propósito

“Justicia para todos” suena bien, pero no dice nada. En una campaña donde todos hablarán de “honestidad” y “transparencia”, el candidato que logre contar una historia real y relevante se llevará la ventaja.

En lugar de decir “Voy a impartir justicia con imparcialidad”, se puede transformar en:

“Cuando un ciudadano entra a un tribunal, debe sentir que la justicia está de su lado, no en su contra. Mi trabajo será que cada persona reciba un juicio justo y rápido.”

4. Aprovechar lo digital con estrategia, no con ocurrencias

Sin pautas en redes sociales ni anuncios masivos, los canales digitales serán aliados clave para construir posicionamiento orgánico. ¿Cómo?

Generando conversación en espacios estratégicos.

Apareciendo en foros y entrevistas con los actores adecuados.

Utilizando storytelling en redes para construir cercanía.

Un error común será creer que TikTok o Instagram son la solución, cuando en realidad el reto es llevar el mensaje correcto al público correcto en el canal correcto.

5. Ser recordado, no solo mencionado

Las campañas judiciales tienen una trampa: el anonimato es el peor enemigo. Si un candidato no se hace notar, simplemente no existe en la boleta.

Estrategias como el contacto directo con organizaciones de abogados, universidades y asociaciones civiles pueden marcar la diferencia. Ganar una elección sin ser conocido es imposible.

Sin estrategia, no hay victoria

En esta elección, ganar no será cuestión de suerte, sino de estrategia. Los candidatos que entiendan cómo diferenciarse, conectar y aprovechar cada minuto y peso de su campaña estarán un paso adelante.

Los que no lo hagan, quedarán sepultados en la lista de nombres que la gente verá en la boleta… y olvidará segundos después.